Parques Nacionales

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Ecuador está considerado como uno de los 17 países donde está concentrada la mayor biodiversidad del planeta. Su amplia gama de climas en sus cuatro regiones, ha dado lugar al nacimiento de miles de especies de flora y fauna en medio de extensos territorios naturales, muchos de los cuales están protegidos por el Estado. En su pequeña extensión de territorio se pueden encontrar bosques tropicales y húmedos, selvas, montañas, islas, páramos, desiertos, valles y nevados. Uno de sus principales atractivos es el Archipiélago de Galápagos y su reserva marina, que guardan especies endémicas únicas en el planeta.

Vegetación en Limoncocha

Cabañas en Limoncocha

RESERVA ECOLÓGICA EL CARCHI

UBICACION en provincias Carchi

Creación:5/08/1992 Acuerdo Ministerial No. 415

Superficie: 15715 ha - 38831.23 acres

Rango altitudinal: 3644 - 4768 msnm11955.96 - 15643.81 pies

Zonas de Vida: bmhM, bhMB, bpSA

Descripción de la Zona: La vegetación natural es de gramíneas mayoritariamente, adaptada al frío, con suelos que retienen una gran cantidad de agua, por lo que se considera a la Reserva como una verdadera "esponja" que abastece este líquido vital a toda la provincia del Carchi. Son el lugar de nacimiento de muchos ríos que eventualmente depositan sus aguas en las importantes cuencas de los ríos Mira y El Angel; no en vano se los considera los páramos más húmedos del Ecuador. Las áreas aledañas a la Reserva se han deforestado para fines agrícolas y para extraer leña. Es así que la Reserva intenta mantener su cubierta natural y proteger los bosques, especialmente los de frailejones, paisaje típico de este páramo que domina alrededor del 85% de su superficie. Dado que al interior de la zona existen propiedades privadas y de comuneros desde antes de la creación de la Reserva, la práctica tradicional de actividades agrícolas y pecuarias genera ciertas amenazas para los ecosistemas que mantiene. La capa vegetal del suelo se degrada con estos fines y el uso excesivo de fertilizantes y agroquímicos han contaminado algunos ríos del lugar; a todo esto se suman quemas frecuentes del pajonal por parte de los hacendados con el fin de preparar el suelo para la siembra. No obstante, estas actividades han venido disminuyendo paulatinamente desde la creación de la Reserva.

RESERVA BIOLÓGICA LIMONCOCHA

La Reserva Biológica “Limoncocha’ fue reconocida oficialmente en el año de 1985, en una área de la provincia de Sucumbíos, Cantón Sushufindi (Parroquia de Limoncocha), que cubre una extensión de 4.600 hectáreas, incluida la laguna de Limoncocha. Esta Reserva natural llama la atención de todos los visitantes interesados en el conocimiento de la fauna y especialmente de los ornitólogos, quienes pueden realizar importantes observaciones de las especies de aves, como también sobre su medio de vida. La Reserva Biológica Limoncocha contiene una zona de vida, la de bosque húmedo tropical, muy característico de la Amazonía. Su temperatura media anual es de 24,9 grados centígrados, mientras que las lluvias alcanzan los 3.058 mm. al año. La altura a la que se encuentra Limoncocha es 220 m.s.n.m. El área comprende la laguna de Limoncocha y zonas adyacentes. Un gran porcentaje de la superficie corresponde a bosque primario que presenta condiciones muy variables en su drenaje incluyendo zonas temporalmente inundadas. Un porcentaje menor corresponde a bosque secundario con características igualmente variables. El resto de la superficie del área (aproximadamente 12%), está cubierta por matorrales de pantano temporal o permanentemente inundable. Llegar a esta Reserva no presenta dificultades, pues hay vuelos aéreos desde Quito hacia Lago Agrio y luego a Limoncocha. De la misma manera, se pueden conseguir vuelos desde la población de Puerto Francisco de Orellana (Coca). Otra forma de arribar a Limoncocha es por vía fluvial, por el río Napo -desde P. Francisco de Orellana- para remontar luego el río Jivino. Existen lugares adecuados para el alojamiento del turista que busca en esta Reserva la oportunidad de conocer las bellezas naturales del entorno, con sus enormes extensiones de vegetación selvática y la imponencia de las aguas serpenteantes de los ríos amazónicos. El análisis de los suelos de la Reserva Biológica Limoncocha ha permitido clasificarlos a partir de las características superficiales que presentan. Básicamente se han identificado tres tipos de suelos: Llanura muy Baja y terraza Pantanosa Caracterizada por zonas cubiertas de bosques en la actualidad, sirven de asentamiento para grupos de colonos; tiene un uso potencial limitado debido a su heterogeneidad y el mal drenaje que poseen para desalojar las abundantes lluvias en determinadas épocas del año. Llanura de Explayamiento con Materiales Finos Se halla cubierta, igualmente, de bosques, aunque importantes extensiones de ella están destinadas a la siembra de pastos para alimentar los hatos ganaderos del área. Terraza Indiferenciada Por la precipitación de lluvias, ésta se ha constituido en área de permanentes inundaciones, que limitan sobremanera su aprovechamiento para fines agrícolas. La Reserva constituye un verdadero paraíso de aves tropicales. De acuerdo a varios estudios se ha llegado a diferenciar 347 especies diseminadas en una extensión aproximada de 12 Km2; entre ellas figuran el gallinazo rey, el hoatzín, el tinamú gigante y loros de diferentes géneros. Dentro de la Reserva viven colibríes de vistoso colorido, pertenecientes a 13 géneros y 17 especies distintas con sus características peculiares, tanto en el tamaño como en el plumaje y la morfología del pico. Aún no se ha realizado una investigación exhaustiva sobre la fauna que habita en la Reserva. Se teme que la colonización del área circundante haya provocado una considerable baja en la población animal, debido fundamentalmente a la deforestación paulatina que ha generado el proceso de colonización. Al recorrer la zona adyacente del Parque, siguiendo el curso del río Napo, es posible observar en las islas una inmensa variedad de aves, además de monos, aunque en menor número. Los lugares recomendables para conocer en la Reserva Biológica Limoncocha son la laguna de Limoncocha y las playas e islas del río Napo, en las que se puede tomar un descanso durante las caminatas para disfrutar de un buen baño. La laguna de Limoncocha es un sitio ideal para la observación de aves que habitan en las grandes áreas de bosque primario. Se aconseja, de igual manera, realizar caminatas nocturnas para observar diferentes especies de reptiles. Como en el caso de otras áreas de la Amazonía ecuatoriana, la Reserva Biológica Limoncocha posee también una importancia cultural apreciable en el campo arqueológico. La “cultura Napo”, que habitó a lo largo del río del mismo nombre, entre los años 1188 y 1480 de nuestra Era, tuvo un gran desarrollo estético en la cerámica que confeccionaron sus pobladores. Evidencias arqueológicas, como las figuras humanas que aparecen en varias urnas, nos dan cuenta de algunos aspectos sobre las costumbres de los antiguos habitantes del río Napo. Usaban pintura facial alrededor de los ojos y de la boca, y perforaban los lóbulos de sus orejas para el uso de objetos decorativos; sus cabellos eran recogidos en una trenza sobre la espada. Se aplicaban ligaduras en las piernas y en los brazos, y llevaban adornos colgantes sobre su pecho; la pintura corporal era aplicada mediante el uso de sellos cilíndricos confeccionados de ardua cocida. Dentro de sus costumbres funerarias, practicaban el enterramiento secundario, es decir, exhumaban los cadáveres para depositar sus huesos en grandes ánforas cerámicas decoradas con motivos estilizados de la fauna del lugar, especialmente de reptiles como la boa y otras serpientes. Por algunas de las características cerámicas, la llamada “Fase Napo” se identifica con ciertos rasgos llamativos de la cerámica encontrada en el delta del río Amazonas, en la isla de Marajó en el territorio del actual Brasil (Porras 1986).

RESERVA DE PRODUCCIÓN FAUNÍSTICA CHIMBORAZO

En el año 1987 se crea la Reserva de Producción Faunística Chimborazo, localizada en las provincias de Chimborazo, Bolívar y Tungurahua, en un área de 58.560 hectáreas. El volcán Chimborazo, el más alto del Ecuador (6.310 m.s.n.m.), es quizá su mayor atracción. Otra gran elevación es el Carihuairazo (5.020 m.s.n.m.), que se encuentra también al interior del área, a una distancia de 10 km. del primero, en dirección nororiente. Para llegar a la Reserva de Producción Faunística Chimborazo se debe partir desde la ciudad de Riobamba, situada 201 km. al sur de la capital ecuatoriana. En las cercanías de Riobamba existen algunos sitios de interés turístico, como es el caso de las poblaciones de Cajabamba. Sicalpa y Colta; esta última con el gran atractivo de su laguna. La ciudad de Riobamba ofrece todas las facilidades de hospedaje en hoteles y residencias de variada categoría. Para realizar una ascensión al Chimborazo se requiere de la guía de un experto, pues, entre los volcanes andinos del Ecuador, es uno de los que mayores dificultades presentan, no solamente por su altura, sino por su configuración geológica. El Chimborazo se levanta sobre el lomo de la cordillera occidental. El poderoso macizo montañoso, compuesto de varias cumbres, se alza en progresiva pendiente hasta una altura de 6.3l0 m.s.n.m. sobre una ancha base en forma de escalones, compuesta de masas de lapillis proyectados, corrientes de lava, conos parásitos de erupción, corrientes de lodo y morrenas. La configuración del Chimborazo es completamente distinta a la del volcán Cotopaxi en la cordillera central. En aquella no existen curvas de perfil que se eleven desde tan lejos y sean casi matemáticas, como en la del Cotopaxi: no existe ninguna forma cónica regular, sino más bien un complejo de pirámides romas de colosales dimensiones, que han crecido juntas, y sobre las cuales se arquea, como cima, un grupo de enormes domos (cúpulas) nevados. La base del Chimborazo tiene un eje mayor de aproximadamente 15 km. de longitud. La visión más espléndida de este monumento natural se la obtiene desde el lado sudeste, que es el más amplio, más alto y más escarpado. El geólogo alemán Dr. Hans Meyer, quien ascendió al Chimborazo con fines científicos en el año de 1903, se refería al volcán afirmando que: “...Se levanta sobre la cuenca de Riobamba como una potente cresta montañosa helada, a cuyo pie se encuentra una región ondulada y llena de lomas, yerma y de gran monotonía, con antiguas corrientes de lava superpuestas, así como viejas morrenas, bajo la capa, que lo recubre todo, de la paja gris del páramo. De allí pasa el macizo montañoso, con un fuerte declive, a la zona de las morrenas recientes, que como un cinturón de colosales murallas redondas, diques y conos, circundan el cerro cerca de los 4.000 y 5.200 metros; de allí en adelante se lanza hacia el cielo, en paredes de rocas abruptas y obscuras, por encima de las cuales fluye la ola de hielo en una serie de escarpados ventisqueros, de un azul-gris, y de escombros despedazados. Y sobre todo esto curva en una quietud olímpica, los anchos y redondos domos de nieve endurecida de la región de las cumbres” (Meyer 1938 pag. 868). “...Desde hace eones el Chimborazo ya no es un volcán activo. Sólo algunas de sus fuentes calientes, dispersas a su pie, atestiguan restos de una débil incandescencia interior. Desde hace incontables milenios roen sus obscuras murallas andesíticas los rayos del sol, las heladas nocturas, los vientos, las aguas y los ventisqueros que baten al coloso, cuyas heridas no se cicatrizarán nunca, y no serán reparadas jamás por una erupción de lava nueva rejuvenecida. También él, el más orgulloso y el mayor de los cerros andinos ecuatorianos, sufrirá la suerte de todo lo terreno: el aniquilamiento” (Meyer 1938 pag. 873). El legendario Chimborazo ha sido visitado desde hace más de dos siglos por celebridades científicas que lo han ascendido en parte o totalmente con fines de estudio: Bouger y la Condamine (miembros de la primera Misión Geodésica francesa, y los observadores españoles Jorge Juan de Santacilia y Antonio de Ulloa (1746); Alexander Von Humboldt (1802): Theodor Wolf, Joseph Boussingault (1831): Wilhelm Reiss, Alphons Stübel y Edward Whymper (1880), entre otros. Los apasionados por las álgidas cumbres de los Andes tienen en el volcán Chimborazo una gran prueba de fortaleza y voluntad, para sortear los difíciles senderos entre los riscos, las grietas y los glaciares del más alto de los nevados ecuatorianos, como lo hacen anualmente decenas de arriesgados ascensionistas nacionales y extranjeros. El gran explorador y artista inglés Edward Whvmper describía en su libro Travels amongst the great Andes of Equator, las más interesantes peripecias y aventuras en el transcurso de sus ascensiones al Chimborazo en 1880: “...El cielo se nubló y creció el viento; entramos en una zona de nieve sumamente blanda, que no la habríamos atravesado por el camino ordinario. El hombre que comandaba se hundió hasta el cuello, casi perdiéndose de vista, y tuvo que ser sacado de allí por aquellos que venían atrás. Pensando que habíamos entrado en un laberinto de grietas. Íbamos de derecha a izquierda para tratar de salvarnos; y, luego de descubrir que todo era lo mismo, vimos que la única manera posible de proceder era hundimos un poco a cada paso y luego gatear; y aún así, uno u otro se sumergía frecuentemente en la nieve hasta casi desaparecer” (Whyrnper 1972 pag. 68). Desde el punto de vista de las zonas de vida, la Reserva de Producción Faunística Chimborazo comprende cuatro zonas fundamentales, cada una de ellas con características particulares: la estepa montano, el bosque húmedo montano, el bosque húmedo sub-Alpino y el bosque muy húmedo sub-Alpino. Estepa Montana Está ubicada en la zona de los páramos bajos y secos, donde se encuentran localizadas las comunidades campesinas de Sta. Rosa. Tisaleo y Muelañag, en un nivel superior a la ciudad de Guaranda. La temperatura media anual en esta zona de vida fluctúa entre los 7 y 12º C. y su precipitación media es de 250 a 500 mm. al año. Al interior de esta área las lluvias son variables en su cantidad, frecuencia e intensidad. Por lo general, las lluvias se producen por las tardes, y son de corta duración. La estación lluviosa dura aproximadamente diez meses en el año: la estación seca corresponde a los meses de julio y agosto. La vegetación típica está compuesta básicamente por gramíneas. Crecen, además, la achupalla, la tuna, el sacha chocho, el sigse, y ocasionalmente el quishuar. Bosque húmedo Montano Es una zona de vida similar, en altitud y temperatura, a la estepa Montano, pero de mayor humedad (sub-páramo húmedo), pues se producen precipitaciones anuales que varían entre 500 y 1.000 mm. Por lo general, las lluvias caen durante casi todo el año, siendo los meses de noviembre y diciembre los más lluviosos. Gran parte de esta zona de vida se encuentra poblada por pajonales mismo género de aquellos que crecen en la estepa Montano; el romerillo, el mortiño, la orejuela el sacha chocho, la chuquiragua, la valeriana, el quishuar, el pumamaqui, la quinua y el chupillay son otros géneros que crecen en esta zona. Con el aumento de altitud, tanto los árboles como los arbustos, disminuyen notablemente en su cantidad. En la parte inferior de esta formación, la vegetación aumenta progresivamente de tamaño, no así los pajonales y otras especies propias del páramo. Parte de esta área la ocupan campesinos que se dedican a actividades de pastoreo y al cultivo de la patata, la oca, el melloco, la mashua y la quinua, mediante técnicas agrícolas poco adecuadas a las condiciones ecológicas de la zona. Debido a la propia estructura agraria heredada de la colonia, se ha abandonado por completo el antiguo sistema de cultivo por terrazas que tuvo un uso generalizado en el mundo incásico. Muchos de los campesinos de las comunidades de esta zona se dedican al duro trabajo de ascender a las nieves del Chimborazo para abastecerse de grandes bloques de hielo de los glaciares, y transportarlos en mulas hacia las poblaciones mestizas vecinas para su comercialización. Bosque húmedo Sub-Alpino Con esta zona de vida se identifican los páramos del Chimborazo y Carihuairazo; cubre alturas superiores a los 3.600 m.s.n.m. Su temperatura fluctúa entre los 6º C y 3º C y las lluvias alcanzan un promedio de entre 250 y 500 mm. al año. Se encuentran suelos arenosos con material volcánico y depósitos de ceniza y pómez, localizado en las faldas del Chimborazo. La vegetación que caracteriza a esta zona está compuesta de pajonales de corta altura. Bosque muy húmedo Sub-Alpino Corresponde a la zona de los altos páramos alrededor del Chimborazo y el Carihuairazo. Su temperatura es similar a la del bosque húmedo Sub-Alpino, con la diferencia de que presenta mayores lluvias que alcanzan un promedio anual entre 500 y 1.000 mm. Las lluvias son permanentes en casi todos los meses del año, aunque con menor intensidad en julio y agosto. La cubierta vegetal está compuesta fundamentalmente por pajonales asociados con “rabo de zorro”, entre otras. La fauna de la Reserva Chimborazo comprende especies típicas de una zona de páramo. Entre los mamíferos más representativos se encuentra el conejo de páramo, el ratón marsupial, que es una especie endémica, el lobo de páramo, el puma, el venado, la cervicabra, y el ciervo enano, entre otras. Las aves que generalmente se observan en la Reserva son los quindes pecho blanco chimborazo, pico largo y cola larga, y el rey de los Andes, el cóndor. En la actualidad se encuentra en ejecución un programa de reintroducción de la vicuña, la llama y la alpaca en el área de la Reserva de Producción Faunística Chimborazo. Las especies mencionadas, actualmente representadas por poblaciones muy pequeñas en el Ecuador, poblaron una buena parte de los Andes ecuatorianos en la época pre-colombina. Como animales domésticos se los empleaba para actividades de carga y también para el aprovechamiento de su carne, como es el caso de la llama y de la alpaca, de la cual se obtenía la lana para la elaboración de tejidos. Estos camélidos nativos de Sudamérica, cuyos ancestros poblaron América del Norte en el Eoceno Superior, emigraron al Asia y a Sudamérica a finales del período Terciario y se extinguieron en la América septentrional en el período Post-glaciar. Como animales silvestres y luego domésticos, encontraron su adaptación en las alturas de los Andes sudamericanos, en territorios de Argentina, Chile, Bolivia. Perú y Ecuador. Con el advenimiento de la conquista incásica, en su proceso de expansión en regiones del actual Ecuador, estas especies empezaron a disminuir su población debido al permanente acoso por parte de los Incas en busca de su control y aprovechamiento. La conquista y colonización hispánica aceleró la extinción de los camélidos en los Andes ecuatorianos. El programa de reintroducción de estas especies en la Reserva tiene como objetivos primordiales el repoblamiento, el manejo y la protección de la vicuña, la alpaca y la llama en los páramos del Chimborazo, bajo un concepto eco-cultural de integrar a las poblaciones indígenas de la zona a una estrategia de conservación y uso racional de los recursos naturales locales.

RESERVA DE PRODUCCIÓN FAUNISTICA CUYABENO

En el año 1979 se constituye legalmente la “Reserva de Producción Faunística Cuyabeno”, dentro de un área de 254.000 hectáreas localizadas al nororiente de la provincia de Napo, hoy provincia de Sucumbíos. En la actualidad, el territorio de la Reserva cuenta con 655.781 has. y abarca el área de la cuenca del río Cuyabeno que recorre de occidente a oriente en una extensión de 140 Km, entre los ríos Aguarico y San Miguel. Para ingresar al área se necesita llegar primeramente a Lago Agrio; desde esta población se puede elegir la vía terrestre o la fluvial. Por vía terrestre se debe tomar la carretera Lago Agrio-Tarapoa-Tipishca; por vía fluvial se llega a la Reserva utilizando el curso del río Aguarico.

El relieve del área es bastante variable y accidentado; las partes más bajas se sitúan entre los 200 y 280 m.s.n.m. Se trata de una zona (le bosque húmedo tropical que guarda una gran diversidad de especies animales y vegetales, muchas de ellas en peligro de desaparición. El clima de la Reserva Cuyabeno es típico de la selva tropical, con lluvias abundantes durante casi todo el año. La temperatura promedio es de 25º C. La temporada de mayores precipitaciones se extiende de marzo a junio; en el mes de agosto, al igual que en octubre y noviembre las lluvias disminuyen. En el sector de la Laguna Grande de Cuyabeno se han registrado precipitaciones anuales de 3.383 mm. A lo largo del curso del río Cuyabeno existen numerosas áreas de pantano, lagunas, pozos y zonas de inundación temporal o permanente; la vegetación en estas zonas es bastante especial, debido a las características ecológicas que posee. Está formada principalmente por árboles como el macrolobion, existen también palmas de diversos géneros, como el chonta duro y la chambira, además de plantas acuáticas. Los pantanos son muy poco profundos y se hallan poblados por árboles bajos, palmas, hierbas y arbustos. En esta Reserva se puede observar los ríos de aguas negras, por su alto contenido de taninos, que al bajar su caudal cambian su coloración a tonos blanquecinos, debido a la sedimentación que arrastran.

La vegetación de las riberas de los ríos es muy variable; sus semillas son transportadas por la corriente y depositadas en lugares distantes, donde crecen y se ambientan a las nuevas condiciones. Entre las plantas frutales importantes de la Reserva, se puede mencionar los cocos, las nueces, el maní de árbol, las guabas, el zapote silvestre, la uva de árbol, el cacao silvestre, cerezo de tierra y muchos más.
A pesar de no existir un estudio sistemático de la fauna de la Reserva Cuyabeno, se conoce que los animales más representativos son: el manatí o vaca marina, el capibara. e1 tintín o pipele, la guanta, la guatusa, la nutria gigante, la danta o tapir, el armadillo gigante, el delfín de río o bufeo, el saíno, el venado rojo, el mono aullador, el chichico, la boa, la lora real, el guacamayo y los caimanes, entre otros. La Reserva Cuyabeno atraviesa en la actualidad unos problemas derivados fundamentalmente de los programas de colonización y la explotación petrolera. Desde 1970, la apertura de carreteras impulsada, sobretodo por la exploración de las compañías petroleras PETROECUADQR, CITY y CEPCO, produjo un aceleramiento de la colonización en la zona, fenómeno que se agudizó por el reclutamiento de trabajadores petroleros que formaron verdaderas aldeas en los sitios vecinos a la infraestructura de explotación de las compañías.

La colonización, proveniente de distintas provincias del país, trajo consigo diversos métodos agrícolas que fueron puestos en práctica en el suelo amazónico; la tala del bosque se produjo de inmediato para la siembra de productos comerciales como el café. El deterioro ambiental ha sido creciente, pues se ha producido deforestación en algunas áreas con la consiguiente erosión del suelo por la pérdida de la capa vegetal y las fuertes lluvias. La ganadería y la siembra de pastizales en grandes extensiones ha colaborado con el desequilibrio del ecosistema del área.

La Reserva Cuyabeno se encuentra habitada por los indígenas Siona-Secoyas, ubicados principalmente, entre las confluencias de los ríos Cuyabeno y Tarapuy. Los Siona-Secoya, según estudios realizados, son descendientes de los Tucanoan que habitaron la región algunos siglos atrás. En la actualidad una población aproximada de 1.000 individuos vive en territorios pertenecientes a Colombia, Perú y Ecuador. Alrededor de 400 Siona-Secoyas se asientan a lo largo de las riberas del río Aguarico y sus afluentes, incluyendo el río Cuyabeno y el río Eno.

Al igual que otros grupos étnicos amazónicos, los Siona-Secoya mantienen una economía de subsistencia de carácter mixto; realizan cultivos rotativos, pescan, cazan y recolectan frutos y plantas silvestres. A parte de sus tierras individuales (chacras), mantienen extensiones de terreno de tipo comunal, generalmente localizadas a una buena distancia de su vivienda (Benítez, 1986). Las labores de siembra son efectuadas por hombres y mujeres; cultivan, entre otros productos, el maíz, la yuca, la patata dulce, el camote, el maní, el chontaduro, la papaya y el plátano. La belleza exuberante del paisaje, a lo largo de las riberas del río Cuyabeno y de las catorce lagunas que forman el sistema lacustre de la Reserva en la que viven especies faunísticas y florísticas, constituye un atractivo turístico, recreativo y científico para quienes buscan conocer la selva tropical amazónica del Ecuador.

Aunque casi no existe una infraestructura turística en la Reserva Cuyabeno, algunas empresas ofrecen servicios para expediciones a través del río Tarapuy, el Aguarico o el Cuyabeno hasta el sitio de la Laguna Grande. En este lugar hay una puntilla rodeada de esteros que ha sido utilizada durante mucho tiempo por los Siona-Secoya para sus actividades de pesca. Actualmente esta área se encuentra ocupada por dos pequeñas casas de propiedad de la Universidad Católica, establecidas para facilitar las investigaciones en el área. En el sitio denominado Chuchatipishca, situado a una hora de navegación desde la confluencia de los ríos Aguarico y Cuyabeno, existe una cabaña que sirve de base de operaciones para los turistas que ingresan al área por el río Aguarico. Actualmente hay empresas turísticas que han empezado a instalar facilidades para los visitantes.